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Costa de Marfil. Con tu ayuda, Bingerville avanza en la lucha contra la malnutrición infantil

Un nuevo impulso ha sido dado a la lucha contra la malnutrición infantil en la zona rural de Bingerville, Costa de Marfil, gracias a una contribución de 7.000 euros transferida a la Asociación ADESC, que desde 1984 se dedica a mejorar las condiciones de vida de las personas más vulnerables. Esta nueva partida de financiación tiene como objetivo apoyar una importante iniciativa de desarrollo comunitario que incluye actividades de formación, detección y rehabilitación nutricional para los niños y sus familias. El proyecto tiene una duración de 12 meses, enfocándose en intervenciones dirigidas y sostenibles para abordar la malnutrición aguda y crónica entre los más vulnerables. Los beneficiarios directos son principalmente 200 mujeres con recursos económicos limitados y 300 niños de 0 a 5 años, pero en total más de 4.000 personas están involucradas, reflejando el objetivo de mejorar la salud comunitaria. "Con esta contribución, podemos intensificar nuestras operaciones para combatir la malnutrición infantil, un problema ampliamente y frecuentemente asociado al escaso conocimiento de las madres que tradicionalmente se encargan de la alimentación de sus hijos. A menudo, la falta de una educación básica sobre nutrición, agravada por la pobreza, las hace incapaces de reconocer los signos de malnutrizión en sus hijos y de intervenir efectivamente para prevenirla". Entre las actividades previstas están la formación teórica y práctica para las madres sobre nutrición y prevención de enfermedades, la compra y distribución de materiales; además, se implementan acciones específicas para la detección de malnutrición y la rehabilitación nutricional de los niños identificados como malnutridos. El dispensario de Ilomba es el centro de referencia para estas actividades, contando ya con una larga historia de servicio y confianza en la comunidad. "Después del período de lactancia, las madres comienzan a alimentar a los recién nacidos con papilla de yuca, el alimento principal para las familias más pobres y el primer sólido introducido en la dieta de los lactantes. Sin embargo, no todos los recién nacidos toleran este alimento y, aun sobreviviendo, corren el rieso de incurrir en serias deficiencias nutricionales. La fragilidad física resultante hace que los recién nacidos sean particularmente vulnerables a complicaciones sanitarias adicionales. A menudo, las condiciones económicas de las familias no permiten acceder a los cuidados necesarios: muchos no tienen la capacidad económica para llevar a sus hijos al hospital para recibir la atención que necesitan. Por eso, cada euro invertido en este proyecto es un paso hacia un futuro más sano y prometedor para nuestros niños." La iniciativa, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible Nº 3 de la ONU, destaca el compromiso de ADESC y de la comunidad para asegurar un impacto duradero en la salud y el bienestar de los niños de Bingerville. AYÚDANOS, CADA APORTACIÓN CUENTA, ¡DONA AHORA!